jueves, abril 14, 2005

"Pero los Dinosaurios, van a Desaparecer"

No sólo se han ido Papas y reyes de este mundo en estas últimas semanas. Durante los últimos meses, hemos visto la partida de dos importantes arquitectos: Kenzo Tange (1913 - 2005) y Phillip Johnson (1906 - 2005).

El primero fue un pionero. En el Japón de la post-guerra logró introducir los principios del modernismo, de manera que éste se acoplara al estilo de vida y a los valores culturales del antiguo imperio. Nació entonces una de las tendencias más ricas de la arquitectura contemporánea: el metabolismo.

Las obras de Kenzo Tange tienen esa necesidad de integrarse con la naturaleza japonesa, tan valorada como escaza. En cemento y el metal adquirieron una expresión natural y plástica, sin dejar a un lado la fuerza y la energía que el occidente ha puesto en él. Los diseños de Tange muestran una manifestación muy equilibrada de la estética del japonés contemporáneo. Busca la naturaleza, y cuando puede, la integra; pero en un entorno artificial y contradictorio en ocasiones. Es muy probable que Kenzo Tange haya sido el primer arquitecto en lidiar con la dicotomía de buscar la naturaleza en un entorno lleno de edificios, casas y fábricas.

Sin embargo, las propuestas de Kenzo Tange siempre tuvieron la capacidad de sorprender. Además de buena calidad de diseño, de amor por los detalles, el dinamismo y la audacia de sus ideas asombraban a cualquiera. El mejor ejemplo de ello es su plan para ba bahía de Tokio.

El segundo fue, sin lugar a dudas, un personaje polémico dentro del mundo de la arquitectura estadounidense. Este longevo shamán de la arquitectura impulsó siempre lo novedoso; primero como crítico de arquitectura, luego como arquitecto. A través de sus varios escritos impulsó la introducción de las tendencias modernistas europeas en ciudades como Chicago y nueva York; aunque eliminando mucha de su verdadera escencia. Gracias a él se define el fallido concepto de "Estilo Inernacional", que pretendía reducir al modernismo en elementos de forma, ignorando la fuerza de elementos más fundamentales y metafísicos, como la luz, la gravedad y la materia. El estilo Internacional unió a varios pensadores de la arquitectura en un sólo objetivo: demostrar su invalidez. Algunos la refutaron con planteamientos más entonómicos. Aquellos arquitectos definirían lo que hoy conocemos como "regionalismo crítico". Otro grupo de arquitectos, fieles a la tectónica de la nueva arquitectura europea, replantearon el modernismo (Kenneth Frampton a la cabeza, Alberto Campo Baeza como mejor representante en la actualidad) y depuraron la idea; librándola de aquellas caracterísitcas estilísticas y contaminantes.

Johnson fue además un arquitecto contradictorio. La pureza "standard" que él había plantedo en el estilo internacional fue súbitamente dejada a un lado por su creador. Y los "cambios de camiseta fueron muchos": orgánico, postmodernista, deconstructivista, minimalista, etc. Si hubiese vivido un par de años más, se hubiese hecho maximalista también.

En definitiva, Phillip Johnson se las arregló siempre para generar polémica o novedad en los círculos arquitectónicos del mundo; ya sea junto a Mies van der Rohe, desde el MOMA; o junto a Frnak Ghery, Thom Mayne, Peter Eisenman demás militantes de esa línea que el mismo Johnson bautizó como el "Deconstructivismo".

Sin embargo, hay que reconocer que Phillip Johnson logró algo muy importante: incentivó la discusión sobre la arquitectura. Eso alimentó la mente y la creatividad de los arquitectos de la segunda mitad del siglo pasado, aunque a veces los haya empujado a usar o definir la arquitectura como una moda o como una tendencia "pret a porter". Además, y hablando personalmente, creo que la imagen de la "Glass House" es una de las que más se mantiene en la mente de todo aquel que ha visto un libro con sus obras. Es curioso que alguien con una trayectoria así de larga sea recordado por un proyecto tan pequeñito.

Este valle de dinosaurios proyectistas e innovadores se va quedando cada vez más vacío. Sus obras quedan con nosotros, aunque la presencia de esos logros construidos delate la ausencia de otro genio.

Salud!

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