sábado, septiembre 03, 2005

Para Canguil con Mantequilla: The Layer Cake (2005)

Doy gracias a Dios por aquellos que se toman esto de la piratería muy en serio; pues son quienes nos permiten disfrutar de las mejores películas que se estrenan a nivel mundial (una vez más, gracias al pana que se tatuó tres lágrimas debajo del ojo izquierdo). En este caso, se trata de la cinta inglesa "The Layer Cake", película que sigue la temática del crimen y la droga en el Londres de hoy; tal como lo hicieran sus antecesoras "Trainspotting", "Locks, Stocks, and Two Smoking Barrels" y "Snatch". Sin embargo, este filme muestra mayor madurez que los títulos mencionados anteriormente; tanto en el trato del narcomundo, como en la realización gráfica del filme.

Daniel Craig interpeta un comerciante de cocaína, cuyo mayor anhelo es llegar a una determinada cantidad de dinero para retirarse de ese mundo maldito por las leyes. Justo un peldaño antes de cumplir su meta, el personaje de Craig se ve envuelto en una serie de enredos que arriesgan sus sueños de retiro y su propia vida. Craig y sus compañeros de mafia deberán desarrollar una astucia insólita e inmediata para no terminar bajo la mira de un sicario llamado Dragan, evadir las amenazas de Jimmy (el jefe de la banda) y satisfacer los intereses del aristocrático Eddie Temple (socio y dual némesis de Jimmy).

La pelíclua muestra mucho el ingenio del director Matthew Vaughn y del guionista JJ Connolly. Las imágenes son frescas, los díálogos son fluídos y llegan en ocasiones a ser jocosos (la conversación telefónica entre el personaje principal y Dragan produce gracia con muy poco esfuerzo). Los personajes no caen en el cliché del mafioso, que suele recordar más las historias de los comics que la realidad. Y el humor demostrado en la forma de plasmar la cinta es muy fino, pero audaz; poner "Ordinary World", de Duran Duran, como música de fondo para la peor paliza de la historia, logra un resultado admirable. Otro punto a favor es la breve pero maravillosa presencia de la ex pelada de Jude Law. Durante los diez minutos en que ella está en escena, uno no deja de preguntarse cómo el bestia de Law pudo tener un "Nanny Break", estando en tan buena compañía.

El desenlace de la historia también es sobresaliente. La lección que narra Temple en su último encuentro con el personaje de Craig es una cruda pero real moraleja de lo que es la vida; y no sólo para aquellos que viven al margen de la ley.

Al final, cuando todo está por resolverse, aparece de manera inesperada el personaje principal de toda historia, logrando su misión: hacer que los sueños ambiociosos de los humanos se mantengan inalcanzables, y que el inconformismo prevalezca en la existencia de los personajes (ficticios y realies). ¡Veánla! Aunque tengan que esperar casi un año o más para disfrutarla en la pantalla grande. O sino, vayan a comprarla donde el pana que tiene tres lágrimas tatuadas bajo el ojo izquierdo.

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