"Coffee & Cigarrttes", de Jim Jarmusch, es una película mosaica, llena de elementos sencillos, sacados de nuestra mundana vida cotidiana. Como es típico en las obras de este director, lo mundano de las conversaciones se mezcla con algo de humor, disimulado en lo complejo de las conversaciones, o en las angustias que manifiestan y que anhelan seguir escondiendo hasta de ellos mismos.
A todo lo mencionado hay que añadirle la interesante composición visual de los escenarios, en los cuales hasta la disposición de las tazas sobre la mesa se convierte en la oprtunidad de crear un cuadro abstracto en movimiento.
En estas pequeñas historias, Jarmusch explora no sólo el curioso papel protagónico que tiene el café en nuestra vida social. Se expone y explota además esa conversación paralela y oculta, que existe en los gestos y reacciones corporales, más allá de los diálogos.
En definitiva, se trata de una muy buena película, que está más allá del convencionalismo lineal de un principio y un final. No creo que nadie se vuelva un mejor ser humano luego de verla; pero quizás se vuelvan más atentos a lo que los demás dicen sin palabras, y disfruten más de una buena taza de café.
